~ LÁMPARAS DE ACEITE ~

SEGUNDA PARTE

Leonardo Da Vinci modificó el modelo propuesto por Hero de Alejandría añadiendo una lente de cristal. La luz que provenía de esta nueva lámpara se lograba por una mecha que se quemaba en forma constante, y gracias a la lente, la superficie de trabajo recibía niveles de iluminación que permitían la lectura nocturna. 

Se colocó un recipiente A más alto que la mecha, lleno de aceite, y con un orificio B, que pudiera abrirse y cerrarse a voluntad por medio del anillo C movido con el vástago D.


El físico suizo Aimé Argand patentó una lámpara con un quemador circular, una mecha tubular y una columna de aire con la que dirigiría y regulaba el suministro de aire a la flama.


En 1880 Bertrand G. Carcel añadió a este diseño una bomba con mecanismo de reloj para alimentar el aceite a la mecha. La lámpara de Argand se convirtió en el estándar de fotometría debido a la constancia de su luz. Posteriormente Benjamín Franklin descubrió que dos mechas juntas daban más luz que seo lámparas de una sola mecha. 

El descubrimiento del petróleo en 1859 por Edwin L. Drake produjo un nueva fuente de gran eficiencia luminosa. Durante los veinte años siguientes, el 80% de las patentes anuales se destinaron a este tipo se luminarias. Durante el resto del siglo XIX y principios del XX, estas lámparas registraron numerosas mejorías, haciéndolas de uso común en los ambientes doméstico, industriales y de alumbrado público.




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~ LÁMPARAS DE ACEITE EN LA ANTIGÜEDAD ~

PRIMERA PARTE

La primera forma de iluminación artificial fue el fuego, utilizado a su vez para calentarse y protegerse de los animales salvajes. Con el control de éste surgen las primeras antorchas. 

Las lámparas de terracota más antiguas datan del 7000 al 8000 a.C. y han sido encontradas en la planicies de Mesopotamia. En Egipto y Persia se han encontrado lámparas de cobre y bronce que datan aproximadamente del año 2700 a.C.

En el año 1000 a.C. la eficiencia de las luminarias se debía a sus mechas vegetales que quemaban aceites de oliva o nuez. Ya en el siglo V a.C. éstas lámparas eran de uso doméstico generalizado. 

Los romanos desarrollaron lámparas de terracota con o sin esmaltar y con una o más salidas para mechas. Con la introducción del bronce y posteriormente del hierro, los diseños de las lampares de aceite se fueron haciendo más elaboradas.

Hubieron múltiples esfuerzos para mejorar la eficiencia de estas lámparas, En el último siglo antes de nuestra era, Hero de Alejandría ideó una lámpara en la que por una columna de presión, el aceite que alimentaba la mecha iba subiendo. 

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~ PULSERA ESTILO ISABELINO ~

La esmeralda es una variedad del elemento berilio junto al cromo y el vanadio que le dan su característico color verde y una dureza que se acerca a 8 en la escala de Mohs. 

Es una piedra preciosa muy valorada debido a su rareza, bien es cierto que desde la antigüedad se conocen piedras de color verde como la malaquita, pero la esmeralda es la única que es cristalina. Su nombre, posiblemente persa, significa piedra verde, su color es tan característico que lo conocemos como verde esmeralda.

La esmeralda se encuentra en gran cantidad en Colombia y Brasil, dándose en estos dos paises la mayor producción, también, aunque en menor medida en Zambia, donde los yacimientos son menos voluminosos pero de mayor calidad. 

Veamos esta pieza: se trata de una pulsera en oro y plata, brillantes y esmeraldas. Lo diamantes en talla rosa y las esmeraldas en talla perilla y navette, de estilo Isabelino, imperante en España durante el siglo XIX. Dicho estilo imprimió un particular carácter a toda una época de suntuosidad, tanto en la decoración de viviendas como en la moda de vestir y sus accesorios. Podríamos establecer similitud entre el estilo Isabelino, el Victoriano inglés y el el Segundo Imperio francés en su abundante decoración en la que predominan las curvas neo-rococó y también aparece el repertorio neo-gótico.

Bajo este estilo se fabrican todavía piezas en algunos talleres de España siguiendo fielmente las pautas del XIX y empleando en la confección de cada una de sus piezas los mismos materiales nobles de antaño; tales como en oro de 18 kts. y la plata de 99 milésimas, los diamantes de talla antigua, rubíes y esmeraldas. La indudable belleza de los engarces isabelinos continúa siendo una de las características más destacadas del mismo.

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~ ABANICOS ~

El abanico ha sido considerado atributo de realeza y signo de poder y estatus a lo largo de toda la historia. De las primeras formas de las cuales tenemos testimonios en los relieves egipcios, encontramos muestras similares en obras griegas y romanas, culturas que adoptaron el abanico elaborándolo en materiales muy diversos como hojas, plumas y telas.

El abanico plegable surgió en China y Japón siendo éste un elemento indispensable tanto en ceremonias como en la vida cotidiana. Fue traído a Europa por los portugueses gracias al comercio que estos practicaban a través de las rutas marítimas. Enseguida se popularizó y se transformó en un accesorio fundamental de la moda, como puede apreciarse en la pintura retratística de los siglos XVII y XVIII  creándose en el XIX todo un lenguaje de comunicación basado en un código de movimientos.

Obra de Raimundo de Madrazo

España fue uno de los principales productores de abanicos, durante el siglo XVIII consta que surgió el primer gremio de artesanos abaniqueros y en 1802 se fundó la Real Fábrica de Abanicos de Valencia.

Debemos tener en cuenta que el abanico ha estado sujeto a los cambios de gusto y a los dictados de la moda, por lo que en cada época han predominado determinados modelos que han dado preferencia a unos materiales y aciertos repertorios ornamentales. De igual modo deben considerarse los avances tecnológicos que se van a producir a los largo del XIX que afectará directamente a la producción mecánica dando lugar a la industria abaniquera.

Los abanicos poseen una nomenclatura específica para cada uno de sus componentes:

Varillaje o Baraja: es el conjunto de varillas. Constituye la base rígida y plegable del abanico.

País: tela, papel u otro material adherido a la baraja.

Guardas: la primera y última varilla.

Fuente: parte baja de la varilla.

Gorguera: parte inferior de la varilla donde se encuentra el orificio que alberga el Clavillo.

Guía o Espiga: parte alta de la varilla que soporta el País.

Clavillo: pieza que une las varillas.

Virola: arandela sujetada por el clavillo.

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