Durante los años siguientes a la Primera Guerra Mundial aparece en el panorama artístico un interés generalizado por las formas estéticas. Este interés apuntaba sus inicios ya a finales del siglo XIX, pero será a partir de los años de 1920 y 1930 cuando se produzca una verdadera democratización del diseño. Este movimiento artístico será considerado como un conjunto de diferentes manifestaciones estéticas que conformarán el surgimiento de un nuevo campo de manifestación artística como en el de las Artes Decorativas. Será precisamente en el año 1925 durante la Exposición de Artes Decorativas de París donde se confirme la intención que tienen los artistas de la época de aplicar a los productos industriales la combinación armoniosa de funcionalidad y belleza, y donde tomará nombre el nuevo movimiento que se conocerá como Art Decó.
El movimiento Art Decó se desarrollará en los países industrializados de Europa y América ya que su principal objeto en dotar al producto industrial, y por tanto destinado al consumo generalizado, del carácter estético que hasta entonces había estado reservado a aquellos objetos de alta calidad y destinados a una minoría de mayor nivel económico. Apoyándose, por tanto, en la producción industrial, el Art Decó se manifestará en todos estos tipos diferentes de objetos, tanto en los de uso cotidiano como en aquellos de producción única otorgándoles una apariencia cuidada.
Este afán estético introduce nuevas formas en los diseños que son posibles, en la mayoría de las ocasiones, gracias al uso de nuevos materiales que son trabajados de forma industrial y desconocidos hasta el momento, que son fruto de investigaciones llevadas a cabo por los artistas y científicos de la época, Se trata de materiales hoy tan comunes como el plástico, el cromo o en cuero sintético entre otros, que dieron un gran impulso a la industria en general y el concreto a la del mueble.
El mobiliario de esta época supondrá una ruptura con la concepción tradicional del mueble: surgen nuevas tipologías de muebles que cubren las nuevas necesidades de los hogares y se generaliza el uso de muebles tradicionales. Los nuevos materiales permitirán hacer piezas más ligeras, más confortables y funcionales. La producción industrial favorecerá el bajo coste de su elaboración. Se introducirán principios de ergonomía en los diseños, se combinarán nuevos materiales y se reinterpretarán los ya conocidos, en resumen, se ampliará significativamente el sector sel diseño industrial y la construcción de muebles atendiendo a la creciente demanda. El oficio de ebanista quedará, por tanto, reducido a la atención de un sector minoritario y de alto nivel adquisitivo y que no quiere es sus hogares producciones en serie sino exclusividad.
En la construcción de mobiliario Art Decó de utilizan, además de los nuevos materiales ya mencionados, maderas exóticas traídas de Oriente y África, siendo las más apreciadas aquellas de aspecto más decorativo bien por sus colores, bien por el destacado juego de sus vetas. El concepto de mueble partirá del gusto por lo geométrico combinado con la funcionalidad y el confort. Se crearán estructuras prefiriendo las formas básicas como son la esfera, el cugo, las líneas rectas, los zig-zags, circunferencias y polígonos entre otros aptos para la producción industrial. Los elementos decorativos tomados de la naturaleza se estilizarán para adoptar un aspecto "veloz" que los asocia con la máquina y la industria.
Por tanto podríamos decir que el mobiliario Art Decó se caracteriza por su aspecto rectilíneo, en ocasiones formado por la combinación de distintos elementos geométricos, por su funcionalidad que hace que se cubran con comodidad las necesidades del usuario y, por último, por la elegancia de sus formas intencionadamente cuidadas y que dotan a los muebles de una estética serena.